Para los griegos preclásicos como se puede percibir en la
obra de Homero, la belleza era tanto la natural como la de un objeto hecho por
el hombre, si bien no tenía una definición clara esta se asociaba generalmente con otras cualidades:
lo bello es lo que gusta, lo que resulta grato a la mirada del
espectador.
El pensamiento preclásico era mitológico, interpretaban
el mundo a través de mitos y fábulas. El (mýthos) lo que permitió la
aparición de otro tipo de pensamiento, (lógos), más lógico y
reflexivo, que interpretó el mundo mediante conceptos físicos, dando lugar a la
filosofía.
Por otro lado, el primero en plantearse el mundo de forma
racional fue Tales de Mileto, que comenzó a fijarse en la naturaleza,
deduciendo sus leyes. Posteriormente, Pitágoras interpretó la naturaleza en
función de relaciones matemáticas: en su estudio de la música se dio cuenta de
que ésta depende de proporciones matemáticas, según la longitud de las cuerdas
tensadas en los instrumentos musicales.
Partiendo de aquí creó una teoría
terapéutica de la música, la cual opinaba que es capaz de restaurar la armonía
del alma del ser humano.
Durante la era de Pericles, en el llamado periodo clásico
griego, el arte gozó de un gran esplendor, generando un estilo naturalista de
interpretar la realidad: los artistas griegos se inspiraban en la naturaleza
obedeciendo unas proporciones y unas reglas que permitiesen la
captación de esta realidad por parte del espectador, recurriendo si era
necesario al escorzo. Se perseguía un concepto de belleza basado en la realidad
natural pero idealizado con la incorporación de una visión subjetiva que
reflejaba la armonía de cuerpo y alma, equiparando belleza con bondad .
Pero uno de los primeros filósofos en ocuparse de temas
relacionados con la estética y sobre todo el arte y la poesía fue Demócrito, quien
bajo una actitud empírica estudió el arte de forma más descriptiva que
conceptual, considerándolo reflejo de la obra natural del hombre, basado en la
naturaleza y con un objetivo tendiente al placer.
La música en Grecia |
Más tarde, Sócrates opinó que el arte es la idealización
de la naturaleza, y que cuando representa al ser humano no lo hace tan sólo en
cuerpo sino también en el alma, estableciendo por primera vez el concepto de
belleza espiritual, contrariamente al de belleza física que había defendido
hasta entonces la filosofía griega.
Además Platón fue el primero que trató sobre conceptos
estéticos como centro de muchas de sus reflexiones, sobre todo en temas
relativos al arte y la belleza. En el Protágoras habló del arte como la
capacidad de hacer cosas por medio de la inteligencia, a través de un
aprendizaje.Para Platón, el arte tiene un sentido general, es la
capacidad creadora del ser humano. Entendía el arte como «destreza» o
«habilidad», tanto en el terreno material como en el intelectual.
Sin embargo, el mismo Platón consideraba esta diferencia
difícil de dilucir, ya que toda imitación debe por fuerza diferir de su
original en alguna cosa, ya que si fuese idéntica nos encontraríamos con un
objeto igual al representado.
Ahora bien asi como Aristóteles; así como Platón era un
metafísico, Aristóteles se centró más en el terreno de la física, aplicando la
lógica al estudio de la naturaleza y del ser humano. Para él, la naturaleza
tiene un «germen» que da pie a la forma y el movimiento, que son las bases de
la naturaleza.
En el arte (cultura) el germen es el artista (el hombre);
así, distinguía «naturaleza», de origen orgánico, de «cultura», de origen
psicológico. Creó un «sistema causal», buscando una causa material en el origen
de todo acontecimiento; después de la material viene una causa eficiente o
motriz y, por último, una causa formal. Aristóteles distinguía tres clases de
pensamiento: conocimiento, acción, prâxis) y realización.
Para Aristóteles, la belleza consistía en magnitud y orden, cuestiones puramente físicas, y se
encuentra en las proporciones perfectas, en la justa medida, en la simetría.Si bien para Aristóteles, el arte humaniza la naturaleza,
magnificando la realidad.
El concepto de belleza de Aristóteles se desarrolló más
ampliamente en la Retórica: es bello lo que, por un lado, nos agrada y, por
otro, lo que es valioso por sí mismo. Es decir, la belleza ha de proporcionar
placer, y ha de tener un valor intrínseco independientemente de su finalidad.
Para Aristóteles, la belleza es buena, aunque no todo lo bueno es bello; por
otro lado, la belleza es agradable, aunque no todo placer es bello. A su vez,
la belleza ha de ser buena y agradable a un mismo tiempo.
Verdad, bondad y
belleza
Platón fue el primero que instauró, digamos que
fehacientemente, una tríada de conceptos que sería asumida, si bien con
modificaciones, en siglos posteriores. Es cierto que la teoría casaba con la
concepción de los pensadores contemporáneos y predecesores de Platón pero su
mérito fue ser más preciso. Dicha tríada es la que resume los mayores valores
de la humanidad: la verdad, la bondad (o el bien) y la belleza.
Ya hemos visto anteriormente que la belleza para Platón
distaba de ser meramente fruto de un placer estético, como consideramos
habitualmente en la actualidad, y que en su concepción del mundo se podía
sustituir por el bien, ya que mantenían las mismas características. Pero ahora
vamos un poco más allá, al asegurar que también la verdad está relacionada
íntimamente con ella.
Así, la belleza es buena y verdadera, por lo mismo que el
bien es verdadero y bello y la verdad es buena y bella. Al interrelacionar tan
íntimamente los tres conceptos nos encontramos con que son entes inseparables,
por lo que un objeto no será lo uno sin lo otro.Ahora entendemos mejor por qué consideraba Platón que la
cosa más hermosa de todas era la sabiduría, porque en ella se encierran de la
mejor manera posible lo verdadero y lo bueno y, por tanto, lo bello.
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